Unum Collection - Reliqvia
Dejo lo que queda...
Reliquia deriva del verbo latino "relinquo" que significa "me voy". El término latino reliquiae y en griego aeiwava, generalmente se refiere a "lo que queda", refiriéndose al cuerpo humano o parte de él. Con esta palabra en el contexto cristiano hablamos de una parte del cuerpo o de un objeto perteneciente a Cristo, a la Virgen o a los restos mortales de aquellos que son reconocidos como mártires y santo y, más en general, a aquellos objetos que han sido en contacto con su persona.
Reliqvia de Filippo Sorcinelli habla de las paredes revestidas de madera dorada, finamente decoradas con tallas y relieves, habla de los pasos incensados hacia el gran altar mayor, a modo de bordado dorado, donde en su interior se guarda la estatua del Cristo muerto, obra de madera del siglo XVII y visible sólo una vez al año. Pero también quiere enmarcar sinestésicamente el retablo de Federico Barocci, el transporte de Cristo al Sepulcro, una de las obras más bellas del pintor Urbino ejecutada en 1582, y para la que también diseño el marco.
Reliqvia es, por tanto, un lugar de encuentro para evocar recuerdo, para recordar el tiempo que pasa y que se convierte en oro solemne y auténtico, mensaje de corruptibilidad e incorruptibilidad. Reliqvia es la huella concreta, la última huella, para describir en la vida una existencia por encima de nosotros, diferente y prodigiosa. Es el armario siempre cerrado, la preciosa custodia de los hombres sagrados lo que nos hace comprender que el tiempo es precioso y corre el riesgo de consumirse sin dejar un surco claro en la vida.
Reliqvia es el clavo de la pasión, incienso en capas y turba de los años solemnes y sagrados. No hay sacralidad si los hombres de los sagrado no lo reconocen como tal y la exaltan en ritos perfectos. Reliqvia es el espacio sagrado perfecto. Tocar las reliquias, tocar algo que ha estado en contacto con ellas es una gracia y una garantía: por eso los romanos rasgaron los velos que cubrían a los santo mártires y en los que estaban envueltos los cadáveres de los pontífices. Por eso los pontífices estaban envueltos precisamente en esos velos. En presencia de las reliquias, los locos son curados y los poseídos son liberados, los ciegos recuperan la vista, los cojos comienzan a caminar de nuevo...
Notas de Salida: Pino, Resina Almáciga del Lentisco, Madera de Amyris, Clavos de Olor, Flor de Azahar del Naranjo
Notas de Corazón: Incienso, Madera de Gaiac, Sándalo, Madera de Cachemira, Pachulí
Notas de Base: Humo, Elemí, Naranja Dulce, Grosellas Negras, Nuez Moscada, Tabaco
Unum Collection - Reliqvia
Dejo lo que queda...
Reliquia deriva del verbo latino "relinquo" que significa "me voy". El término latino reliquiae y en griego aeiwava, generalmente se refiere a "lo que queda", refiriéndose al cuerpo humano o parte de él. Con esta palabra en el contexto cristiano hablamos de una parte del cuerpo o de un objeto perteneciente a Cristo, a la Virgen o a los restos mortales de aquellos que son reconocidos como mártires y santo y, más en general, a aquellos objetos que han sido en contacto con su persona.
Reliqvia de Filippo Sorcinelli habla de las paredes revestidas de madera dorada, finamente decoradas con tallas y relieves, habla de los pasos incensados hacia el gran altar mayor, a modo de bordado dorado, donde en su interior se guarda la estatua del Cristo muerto, obra de madera del siglo XVII y visible sólo una vez al año. Pero también quiere enmarcar sinestésicamente el retablo de Federico Barocci, el transporte de Cristo al Sepulcro, una de las obras más bellas del pintor Urbino ejecutada en 1582, y para la que también diseño el marco.
Reliqvia es, por tanto, un lugar de encuentro para evocar recuerdo, para recordar el tiempo que pasa y que se convierte en oro solemne y auténtico, mensaje de corruptibilidad e incorruptibilidad. Reliqvia es la huella concreta, la última huella, para describir en la vida una existencia por encima de nosotros, diferente y prodigiosa. Es el armario siempre cerrado, la preciosa custodia de los hombres sagrados lo que nos hace comprender que el tiempo es precioso y corre el riesgo de consumirse sin dejar un surco claro en la vida.
Reliqvia es el clavo de la pasión, incienso en capas y turba de los años solemnes y sagrados. No hay sacralidad si los hombres de los sagrado no lo reconocen como tal y la exaltan en ritos perfectos. Reliqvia es el espacio sagrado perfecto. Tocar las reliquias, tocar algo que ha estado en contacto con ellas es una gracia y una garantía: por eso los romanos rasgaron los velos que cubrían a los santo mártires y en los que estaban envueltos los cadáveres de los pontífices. Por eso los pontífices estaban envueltos precisamente en esos velos. En presencia de las reliquias, los locos son curados y los poseídos son liberados, los ciegos recuperan la vista, los cojos comienzan a caminar de nuevo...
Notas de Salida: Pino, Resina Almáciga del Lentisco, Madera de Amyris, Clavos de Olor, Flor de Azahar del Naranjo
Notas de Corazón: Incienso, Madera de Gaiac, Sándalo, Madera de Cachemira, Pachulí
Notas de Base: Humo, Elemí, Naranja Dulce, Grosellas Negras, Nuez Moscada, Tabaco