Escarpada, impotente y fundamental para la historia militar, tanto antigua como moderna, la cordillera del Hindu Kush en Asia Central es una vista realmente formidable. Es una frontera no sólo entre Pakistán y Afganistán, sino entre el cielo y la tierra misma. Para honrar este lugar salvaje, Mancera presenta un aroma singularmente resinoso, rico en especias e incienso, perfecto para el espíritu aventurero que todo llevamos dentro.
Hindu Kush comienza con una capa dulce y compleja de especias exóticas, con notas prominentes de azafrán y clavo reforzadas con la energía de la pimienta negra y la resinosidad terrosa de otra famosa exportación de la región: un aceite esencial de cannabis cosechado de auténticas plantas cultivadas en Afganistán.
El oud, pachulí y las maderas dominan el corazón, pero sus tonos más pesados y oscuros se minimizan, manteniendo el fuerte sabor especiado en el centro de la composición. Una base de vainilla y almizcle funciona según el mismo concepto, reforzando las resinas y especias sin ahogarlas en tonos demasiado ricos o terrosos y presentando Hindu Kush como la más rara de las fragancias ambarinas, una con más sutileza que opulencia. Y como resultado, es difícil pensar en un ser humano vivo que no oliera increíble usándolo.
Notas de Salida: Especias, Ládano, Incienso, Cannabis
Notas de Corazón: Hojas de Pachulí, Notas Amaderadas
Notas de Base: Ámbar, Madera de Gaiac, Vaina de Vainilla, Almizcle Blanco
Escarpada, impotente y fundamental para la historia militar, tanto antigua como moderna, la cordillera del Hindu Kush en Asia Central es una vista realmente formidable. Es una frontera no sólo entre Pakistán y Afganistán, sino entre el cielo y la tierra misma. Para honrar este lugar salvaje, Mancera presenta un aroma singularmente resinoso, rico en especias e incienso, perfecto para el espíritu aventurero que todo llevamos dentro.
Hindu Kush comienza con una capa dulce y compleja de especias exóticas, con notas prominentes de azafrán y clavo reforzadas con la energía de la pimienta negra y la resinosidad terrosa de otra famosa exportación de la región: un aceite esencial de cannabis cosechado de auténticas plantas cultivadas en Afganistán.
El oud, pachulí y las maderas dominan el corazón, pero sus tonos más pesados y oscuros se minimizan, manteniendo el fuerte sabor especiado en el centro de la composición. Una base de vainilla y almizcle funciona según el mismo concepto, reforzando las resinas y especias sin ahogarlas en tonos demasiado ricos o terrosos y presentando Hindu Kush como la más rara de las fragancias ambarinas, una con más sutileza que opulencia. Y como resultado, es difícil pensar en un ser humano vivo que no oliera increíble usándolo.
Notas de Salida: Especias, Ládano, Incienso, Cannabis
Notas de Corazón: Hojas de Pachulí, Notas Amaderadas
Notas de Base: Ámbar, Madera de Gaiac, Vaina de Vainilla, Almizcle Blanco